Hoy quiero hablaros de uno de mis escritores favoritos del género fantástico en España, Javier Negrete, quien por fortuna ha vuelto a publicar después de un preocupante parón y aunque muchos le conoceréis por su saga de Tramorea o sus novelas históricas, hoy quiero recomendaros la novela que me hizo descubrirle hace ya algunos años.
Vaya por delante que novelar mitos, especialmente los griegos que son archiconocidos y han influido tantísimo en el desarrollo de nuestra civilización, no es tarea nada fácil, a la que te descuidas te estás limitando a repetir la misma historia que se ha contado durante los últimos veinticinco o treinta siglos sin hacer más que unos pocos cambios cosméticos en el lenguaje, pero Negrete va mucho más allá, no sólo modifica aspectos del mito para lograr que la novela sea más entretenida, sino que logra algo que parece imposible, desarrollar los personajes.
Porque es uno de los peligros de las novelas basadas en mitos, los dioses, por su propia naturaleza, son construcciones arquetípicas y en el caso de los griegos, directamente son clichés, cuando aparecen en una novela siempre existe la tentación de no desarrollarlos porque todo el mundo los conoce (o debería), sabe como son, de qué pie cojean, y a qué dedican el tiempo libre (a vengarse y a f…, no necesariamente en este orden, ésta era fácil) pero en «Señores del Olimpo» Negrete se toma la molestia de hacerlo, de dotarles de una personalidad, acorde con el mito pero compleja, de construir las relaciones entre ellos, también sus luchas por el poder, pero no sólo eso, amistades, rivalidades, amores y odios, todo les afecta y les define.
Además, insiste mucho en la influencia del pasado de los dioses como forma de explicar sus decisiones del presente, no porque siempre hayan hecho lo mismo, sino porque la decisión A tuvo consecuencias que obligaron a tomar la decisión B, así hasta que se les acabó el alfabeto y tuvieron que improvisar, es decir, recordar que cuando los hechos ocurren los dioses no acaban de aparecer por generación espontánea libres de cualquier vínculo con el pasado y con amplios conocimientos del futuro.
En resumen, estamos hablando de una novela muy bien escrita, un premio Minotauro más que merecido, entretenida, incluso trepidante, divertida y emocionante, que, además, es un magnífico acercamiento al mundo de la mitología griega, un auténtico placer, en suma, que no deberíais dejar pasar.
Normalmente os facilitaría enlaces para seguir al autor, pero como digo ha habido un parón de varios años en los que, por lo que yo sé, estuvo desaparecido, no tiene perfil en Godreads, su Twitter está desactualizado, le hace menos caso que yo a mi Facebook, que ya es decir, y su dominio es ahora una web que vende calzado, en serio.