Muchas veces uno se encuentra con novelas que no merecen la pena, otras con novelas que no son más que un agradable entretenimiento, algunas veces lo hace con novelas que merecen una segundad lectura y pocas, muy pocas, veces con obras que te hacen reflexionar ya sea sobre algún aspecto ético (vamos «sobre la vida, el universo y todo lo demás») o, como es este caso, sobre las distintas formas en que se puede escribir un libro, se puede contar una historia y se puede crear un trasfondo. Sin duda, «Jonathan Strange y el señor Norrell» es una de las novelas más brillantes que he leído en mucho tiempo.
En primer lugar porque logra combinar de manera la fantasía y la historia, algo tan complicado que de hecho fue uno de los motivos por los que tardé en leerme el libro, la mayoría de los antecedentes no llamaban al optimismo, sin embargo Susanna Clarke logra hacerlo de manera magistral hasta el punto de que durante la mayoría de la novela eres capaz de creer que el Rey Cuervo existió o que, por lo menos, los ingleses creían que existió, es decir, logra una suspensión de la incredulidad que no está al alcance de la mayoría de escritores, especialmente si tenemos en cuenta que la obra se enmarca en acontecimientos históricos. En buena medida esto lo logra gracias al establecimiento de un sólido metarrelato a través de las notas a pie de página que hacen referencia a supuestos libros y magos del pasado que dotan de gran verosimilitud a la información que manejan los personajes y las decisiones que toman. Aunque pueda parecer contradictorio, pues se trata de una novela ambientada en nuestro mundo hace doscientos años, es uno de los ejercicios de worldbuilding más notables que he encontrado.
Y no es esa su única virtud, destaca también lo cuidado del lenguaje, aquí hay que destacar el magnífico trabajo de la traductora, Ana María de la Fuente, también por la solidez de la trama, interesante, entretenida, emocionante y con numerosos giros argumentales que a la par de sorprendentes son completamente lógicos, unos personajes bien construidos, con una personalidad bien definida y un comportamiento coherente, de manera que no resultan perfectos pero sí reales…
Y cómo guinda del pastel una saludable cantidad de ironía, dirigida sobre todo contra los tópicos sobre los ingleses establecidos por la propia literatura de la época (y que en ocasiones se convierten en auténticos pullazos), es decir los gentlemen y los hacendados rurales, su clasismo, su desprecio por los extranjeros, su visión del resto de países como zonas miserables y sin civilizar, etc.
En resumen, una novela bien escrita, muy interesante, emocionante y divertida, un libro que ningún aficionado a la literatura fantástica debería dejar pasar.
Con tan buena reseña, hasta dan ganas de leerlo. Pero ya no me dejo engañar después de haber leído algunos libros con buenos datos y pocas criticas negativas. algo malo habrá tenido esta novela, me gustaría saberlo. Tendré que descubrirlo xd. saludos. Muy buena reseña.
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Comparto contigo la necesidad de ser desconfiado, yo también he tenido malas experiencias con algunos libros que tenían fantásticas reseñas, sin embargo, en este caso, sólo puedo insistir en la recomendación, creo que te va a gustar, y si no fuese el caso, siempre podemos debatir al respecto ;-). Un saludo, y muchas gracias por la visita y el comentario.
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