La saga de Dune, de Frank Herbert, ha sido sin duda una de las más influyentes en la ciencia ficción de los últimos 50 años, imaginativa, densa, compleja, y con una profundidad política y religiosa que no está a la alcance de muchos. Sin embargo, la saga quedó inacabada, pues la prematura muerte del autor impidió que escribiera los tres últimos volúmenes. Todo parecía haber quedado así, hasta que su hijo Brian se juntó con Kevin J. Anderson y se pusieron manos a la obra para completarla. No obstante en lugar de ponerse directamente con el séptimo libro tuvieron el buen juicio de empezar primero por algo más sencillo. Los acontecimientos que llevaron al nacimiento de Muad’Dib y los sucesos narrados en las novelas originales.
No era tarea fácil pues, como ya se ha dicho, el listón estaba bastante alto, pero tenían algunas ventajas, primero que Frank Herbert había dejado bastante material inédito, especialmente relativo al worldbuilding de la saga. Segundo, que la arquitectura del mundo era conocida y bastante sólida. Y tercero, aunque pueda parecer contradictorio con lo anterior, que los detalles eran lo bastante difusos como para que tuviesen bastante libertad creativa.
El libro es interesante, entretenido, por momentos sorprendente y, aunque no alcanza el nivel de profundidad de los originales, es lo bastante sólido y profundo como para convencer, además, y esto es un mérito de los autores, los personajes están dotados de un carisma y realismo mayor del que gozaban en la saga principal. Sin embargo la comparación sigue pesando y en muchos momentos la historia es percibida como más simple, aunque no lo sea necesariamente, que en los libros de Frank Herbert.
Ahora bien ¿te recomiendo que lo leas? Depende. Si has leído la saga original y te parece el summum, si cuando bajas al garaje en pijama a las dos de la mañana y no te llega la camisa al cuello recitas la letanía contra el miedo, entonces no lo leas porque te va a decepcionar. Si por el contrario no la has leído, o lo has hecho pero no encajas en el grupo anterior, léelo, sin duda alguna, te gustará, te entretendrá y te resultará mucho más sencillo adentrarte en la saga de Frank Herbert.